Simplemente, el destino.

Llevaba viendo a aquella chica tan guapa pasear por la orilla de la playa al atardecer durante meses, mientras el iba a hacer surf. El primer dia le parecio guapa, pero a estas alturas pensaba que era preciosa.

Siempre que pasaba, ella le miraba como esperando algo.

Un día, lleno de curiosidad se acercó a ella y le preguntó:

- ¿ Hay alguna razon en especial por la que todos los dias pases por la playa a la misma hora?, es solo curiosidad.

.-Solo espero que un día de estos mi principe azul se acerque y me bese, y que parezca una de esas escenas romanticas de las peliculas con el atardecer y todo eso. Para comprobar si algo de eso puede pasar. Aunque no hace falta un principe, con un surfista me vale.

El se queda sin habla, esa respuesta no se la esperaba.

- Es broma, me gusta escuchar el sonido de las olas y ver el atardecer- dice ella sonriendo.

- Pues me gustaba mas la primera version- responde el, y pillandola desprevenida la besa.