jueves, 2 de junio de 2011

Te amo.


Cuando alguien esta enamorado siente chispitas en todo su cuerpo y mariposas revoloteando libres por su estomago. Las manos se llenan de sudor o comienzan a temblar, y el corazón te palpita, tanto que lo sientes en la garganta. Piensas que esta a punto de salirse. Los roces y las miradas son intensos; y te hacen volar. Salirte de la realidad por tan solo unos segundos y crearte miles de historias en la cabeza. Las sonrisas, eso te hace enloquecer. Esa sonrisa tonta que tienes siempre en la cara, esa que no se te quita aunque te digan algo grosero o aunque en ese momento no tenga ningún sentido sonreír al mundo. Si pruebas sus labios el mundo gira 360º y después a cada instante tienes la sensación de que todavía siguen sobre los tuyos…Tienes la sensación de que arriesgarías todo por esa persona. Los silencios son cómodos y dulces a su lado, solo necesitáis una mirada para decir mil palabras. Todo se magnifica más. Sí, es grandioso.

Pero siempre hay algo que lo estropea todo. Un fallo, una confusión, una infidelidad, un obstáculo, algo que destroza todo lo que se había sentido.  Algo que destroza el amor verdadero.

Mi fallo, problema, obstáculo fue una cosa llamada distancia. O quizás fui yo.

Le amé y después como una tonta le dejé marchar. Dije que me había olvidado de él, pero no era cierto, le seguía sintiendo en el corazón. Le seguía queriendo. Pero poco a poco fue desapareciendo de mi cabeza, pero seguía instalado en mi corazón. Al tiempo he vuelto a encontrarme con él, y lo he sentido. Sí, le sigo amando. Y ahora me arrepiento y me trago todo como una tonta. Aprecia lo que tienes antes de que sea tarde y te preguntes “¿Y si…?” Porque como dice la frase, quizá sea demasiado tarde.

Si me lo preguntas no te lo negaré:

Porque sí, te observaba a cámara lenta desde los rincones más infinitos. Miraba tu risa que era constante y me recordaba a nosotros. Hablaba contigo y mariposas volaban todavía por mi cuerpo, los ojos se me llenaban de lágrimas al no poder tenerte. Me decías siempre: “todo irá bien” y la verdad es que si estabas conmigo si que lo iba, pero después todas tus palabras fueron mentiras. Me abrazabas para que todo saliera bien aquellos días duros. Hacías a cualquier instante tonterías solo para verme sonreír. Me besabas despacio y con mucho cuidado, para que esta frágil princesita no se rompiera. Me cantabas cada noche al oído. Cogías mi rostro siempre y me protegías de todo...

Cuando lloraba ponías tu mano sobre mi cara y con cuidado me secabas las lágrimas, después me decías cualquier cosa que me hacia sonreír o volver a recuperar la alegría y felicidad. Era una melodía dulce cuando por las noches te quedabas dormido y yo te admiraba, respirabas lentamente, como un soplo suave de aire fresco. Adoraba los paseos que dábamos por la playa, que por tu culpa duraban la mayor parte de la tarde, y cuando anochecía me llevabas a casa mirando las estrellas. Me elevabas al cielo y contigo tenia la sensación de que podía volar eternamente. Hacías que me sintiera importante para alguien y que sobretodo me sintiera especial.

Y ahora viene tu pregunta.

-¿Me quieres?

Y yo, tragando saliva te respondo

-No, lo siguiente. Te amo

No hay comentarios:

Publicar un comentario