- Te has manchado de batido- dijo el entre risas.
- ¿Donde?- pregunta Eilen más roja que un tomate.
Él en vez de responder, se acerca a ella lentamente y le da un suave beso en los labios, despues se echa hacia atrás y reponde:
- Aquí- con es gran sonrisa que a ella la encandila,- ¿quieres dar un paseo?
- Sería estupendo.
Entonces se cogen la mano, y los dos casi enamorados sin practicamente conocerse se pierden por la calles de Boston.
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