Hoy me levante con una gran sonrisa en la cara, no me preguntéis porque, pero sentía que iba a ser un gran día y que necesitaba vivirlo a tope. Seguro que cuando os cuente lo que hice a continuación pensareis que estoy loca, pero es que me sentía tan bien y tan contenta, que cogí una sudadera me la puse sobre el pijama, salí a la terraza y grité:
- ¡Hoy voy a comerme el mundo!
Me oyó solamente ese chico tan guapo que vive en la casa de enfrente, que también estaba en la terraza. Me puse roja como un tomate, aunque no me arrepentí de lo que había hecho, y me di la vuelta. Cuando estaba apunto de entrar de nuevo en mi cuarto oí:
- ¡Ei espera! Yo acabo de pensar dos minutos antes de que salieras lo mismo, aunque no lo grite tan alto- dice riendo.- ¿Te paso a buscar esta tarde sobre las seis?
- Me parece bien- respondo con una gran sonrisa.
Estaba completamente en lo cierto, hoy va a ser una gran día, hoy siento que podría comerme el mundo, y la luna si me lo propongo.
Jaja, suertuda!. Que buena onda el chico de la terraza del frente, despues tenes que contarnos que pasó a las 6. Hoy fue un dia algo malo para mi :S, decí que leer algunas cosas en el blog me ponen de buen humor. Besos, te sigo!
ResponderEliminarYa pondre la cita de las 6 :)
ResponderEliminarMuchas graciaas!